Acá estamos nuevamente; viendo correr el tiempo, viviendo una situación inaceptable en todos los sentidos, literalmente esta generación vio al mundo detenerse por un momento a causa de una pandemia, un virus, un enemigo invisible.
Fue y actualmente para muchos sigue siendo una situación muy ruda, definitivamente fueron momentos de esos, poco usuales de la vida, donde descubres con quien cuentas en realidad, quien está ahí para ti, quien a pesar de todo con un "¿como estas?" le cambia la cara a tu día.
Definitivamente para todos los que vivimos esta etapa de la historia , este punto pasará a ser parte de malos recuerdos, quedara grabado como una de las peores situaciones vividas. Pensar tantas cosas y sentir la impotencia de no poder hacer nada se convirtió en un sentimiento colectivo.
En esta ocasión tuvimos que llenarnos de optimismo y descubrir mil razones para quedarnos y luchar, no rendirse fue la clave y tener fe en que todo mejoraría fue nuestra bandera; quizá aprender a decir adiós a personas importantes para nosotros, fue difícil; pero tocó seguir adelante sabiendo que ese ángel en el cielo, jamas hubiese querido vernos derrotados.
No es fácil querer caminar solo, y en realidad todos tenemos problemas, cosas por resolver, deudas que pagar; pero cuando creas que ya no puedes más recuerda estas palabras de la pequeña Ana Frank:
"No pienso en toda la desgracia, sino en toda la belleza que aún permanece"